18 de septiembre de 2009


Le Clézio llega “en secreto” y habla de la crisis

Yanet Aguilar Sosa El Universal Viernes 11 de septiembre de 2009

Fue tan personal la visita a México del premio Nobel de Literatura 2008, Jean-Marie Gustave Le Clézio, que no se hospedó en un hotel, sino en la casa del escritor y ensayista franco-mexicano Jean Meyer. Por su amistad con el especialista de la cristiada en México, el premio Nobel dictó una conferencia magistral en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
La visita del escritor francés nacido en 1940, que es autor de La cuarentena, El pez dorado, Desierto, Onitsha y La música del hambre fue tan estrictamente privada que aceptó la invitación de su colega y paisano Jean Meyer para participar en la celebración de los 35 años del CIDE, pero siempre y cuando no tuviera ningún encuentro con la prensa y mucho menos una entrevista.
Con ese condicionamiento, el escritor francés que vivió varios años en Michoacán, los cuales le sirvieron para estudiar México y escribir su tesis sobre La conquista de Michoacán y algunos libros como El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido, aceptó tener dos encuentros en el CIDE, uno a puerta cerrada con estudiantes y otro, para dictar la conferencia magistral “El libro absoluto: la relación de Michoacán”, ante un público de no más de 150 personas.

“No somos ajenos a la pobreza”

Ante ese selecto auditorio, el narrador que se interesa en temas como la infancia, la adolescencia y los viajes, habló de El libro absoluto, sobre su relación con Michoacán, sobre su historia familiar y la familia de su esposa que lo ha mantenido conociendo la realidad del mundo, porque dijo “no somos ajenos a la tragedia ni a la pobreza, la conocemos y la hemos padecido”, pues señaló que sus orígenes no fueron fáciles.
Luego de su conferencia en la que leyó algunos fragmentos de El libro absoluto, el premio Nobel de Literatura 2008 conversó con Jean Meyer, respondió algunas preguntas del auditorio y en sus respuestas compartía comentarios más personales. Pero además, calificó a la literatura como un ejercicio de memoria no de imaginación y comparó a la novela con la música, la describió “como un tempo, una melodía que perdura”.
J.M.G. Le Clézio dijo que frente a la crisis que vive el mundo no sabe si la literatura ofrece alguna solución; “tal vez ninguna”, pero permite expresar la amargura. “La literatura es una expresión muy egoísta, el escritor no escribe para salvar el mundo, es más como un testimonio, es una forma de expresar sus amargura, su reivindicación”.
Tras su única presentación pública, el autor, cuya obra reciente es La música del hambre que han calificado como “intensa, oscura y luminosa a la vez” y que es publicado en español por Tusquets Editores, viajó a Michoacán, junto su esposa y su hija para descansar unos días.


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